Películas

Desde el ámbito cinematográfico muchos son los directores que han querido plasmar en sus películas, directa o indirectamente, situaciones propias de violencia (tanto física como psicológica) en el ámbito familiar ejercida por niños o adolescentes.


Hijos de la violencia (Graeme Campbell. 2001)

Sally es una mujer divorciada que vive con su hijo Leo, de dieciséis años, y con el pequeño Brad.
Repentinamente Leo comienza a desarrollar una conducta violenta hacia su madre.



Diario de un rebelde (Scott Kalvert. 1995)

Jim es un chico aplicado y responsable que sufre un cambio brusco de conducta al adentrarse en el mundo de las drogas. Su conducta se vuelve agresiva con él mismo y con los que le rodean.



Thirteen (Catherine Hardwicke. 2003)

Tracy, una prometedora estudiante de trece años, siente la necesidad de parecerse a Evie, la chica más popular del colegio. Para ello cambia su manera de ser, de vestir e incluso empieza a tomar drogas. Todo hace que desemboque en un torbellino de emociones en el que todo lo que hace, todo lo que dice, lo que quiere, parece ser lo más importante del mundo.